Sobre Mí

Mi primer contacto con la tecnología fue cuando mi Señor Padre, que en paz descanse me compró un Atari, con el cual jugué horas incansables de PacMan, Asteroids y Pong con el inigualable joystick, allá por los finales de los 70's e inicios de los 80's. Luego a mi querido colegio San Antonio Marianistas del Callao, llegaron los computadores personales Commodore 64 que utilizamos en las clases de computación durante varios años de secundaria. Lo que me llevó a que apenas terminará la época escolar y ya empezando los 90's, siguiera un curso de computación básico donde me enseñaron unas primeras versiones de herramientas de oficina (procesador de texto y hojas de cálculo) y un incipiente lenguaje de programación Basic.

Desde entonces me impactó cómo la tecnología podía resolver problemas complejos y mejorar nuestra vida diaria, lo cual me impulsó a ingresar a la universidad y seguir la especialidad de sistemas. Durante mis estudios, aprendí y realicé practicas pre-profesionales utilizando diferentes lenguajes de programación, lo que fortaleció mi pasión por el desarrollo de software. Luego he tenido la oportunidad de trabajar en variedad de proyectos, cumpliendo diferentes roles tales como analista, programador, administrador de base de datos, entre otros, hasta que me dieron la oportunidad de liderar un área de desarrollo de aplicaciones con practicantes no remunerados, donde las ganas de aprender era la principal motivación. Fue un hermoso reto y ahí me di cuenta que tenía habilidades blandas innatas. A lo largo de mi carrera profesional, me he desempeñado como jefe, gerente, director o consultor de proyectos o unidades de Tecnologías de Información para diferentes instituciones públicas y privadas.

Me encanta el futbol y el tenis, aunque también jugué en la adolescencia baseball. En mi juventud, tuve la suerte de poder ir muchas veces al estadio a ver a mi gran equipo Universitario de Deportes y se me enraizó en el corazón esa pasión de hincha que me hizo seguir a la Selección Peruana al Mundial de Rusia 2018, como tantos peruanos. Esa fue una experiencia inolvidable, ver mares de personas con la roja y blanco, dentro y fuera de los estadios y escuchar ese himno musical Contigo Perú que remeció los estadios de las tres hermosas ciudades donde jugó Perú: Saransk, Ekaterinburgo y Sochi.

El estudiar en el extranjero, me permitió ampliar mis conocimientos sobretodo en lo referente a investigación, identificando oportunidades de mejora en los entornos educativos donde he estudiado y laborado. También se ampliaron mis horizontes, he tenido la suerte de poder visitar países de América del Norte (Estados Unidos y México), Europa (España, Italia, Francia y Rusia) y Oceanía (Australia) y sus culturas son impresionantes. Sin embargo, aun me falta mucho por conocer y en ese camino estoy. En el plano local, he estado en diferentes departamentos de las tres regiones naturales del Perú y es sorprendente el lado místico de MachuPichu, espectacular la gastronomía en general, pero me encanta la comida del norte, los hermosos paisajes andinos, entre mucha maravilla que tiene nuestro espectacular Perú.